miércoles, 23 de julio de 2008

Dilema

No encuentro la palabra exacta para poner nombre a lo que quiero contar. Ser sincero es decir la verdad. Pero cómo se llama el hecho de contar las cosas, de decirle a alguien lo q has hecho o dicho...

Voy a llamarlo: "el hecho de contar lo que has hecho"

"El hecho de contar lo que has hecho" es egoismo. En realidad cuando presumes de "contar lo que has hecho" lo que demuestras es una gran dosis de cobardía. Es distinto contestar la verdad cuando te hacen una pregunta, que contar a alguien la putada que le has hecho. Lo que haces es pasarle la pelota y dejarle el trabajo duro de decidir lo que hace contigo mientras tú te quitas el muerto de encima. Es el miedo a que te descubran lo que hace que "cuentes lo que has hecho", y contarlo te limpia la conciencia...

Es igual que decir "Daría la vida por ti". En un momento extremo en el que se podría decidir quién de los dos viviría, el que da la vida por el otro se va y deja al vivo con la pena. Lo valiente es dejarle morir y aguantar el dolor de perderle.
La mayoría de las veces, lo que intentamos demostrar es lo contrario de lo que somos...

3 comentarios:

Gus dijo...

No lo veo yo asi. La cobardia es negarle a nadie la posibilidad de la eleccion. Ocultar cosas significativas, es de facto, peor casi que mentir.

Es lo que se conoce como engañar.
Y eso, cuando te enteras (que al final siempre te enteras) duele mas que nada.

araclana dijo...

Duele igual si te lo cuentan que si te enteras. Lo que hay que hacer es no hacer nada que le pueda hacer daño a una persona que te importa. Es cierto que enterarse de que te engañan duele más que nada, pero el engaño en sí es el mismo, te lo cuenten o no. Tal vez, si no te enteras nunca, eres más feliz, y que cargue "el engañador" con su conciencia. Esto es lo que quería decir con mi dilema, pero se bien que vivir engañado y no enterarte nunca es muy triste...
Me engañaron muchas veces, y supongo que no me habré enterado ni de la mitad. Y lo peor es que no me lo contaron, sino que lo descubrí yo solita. Tuve la suerte de enterarme y de poder decidir el mandar a la mierda a quien lo hizo. Pero dentro de tanto dolor, muchas veces deseé no haberme enterado nunca. Tarde o temprano se iba a acabar, porque alguien que te engaña, no te quiere, y si no te quiere, no va a estar contigo toda la vida. Y tal vez, si no me hubiese enterado de muchas cosas, me habría ahorrado mucho dolor. Ellos no fueron cobardes ni valientes, simplemente yo no les importaba.

Gus dijo...

mmm digamos q hubo q comprarse otra.... e igualar cont ijera para salir del paso... buf, muy chungo!