jueves, 12 de septiembre de 2013

Todo cambió...

Siempre he creído que no era capaz...
Y de pronto, una mañana, decidí que no era feliz. Que mi vida no era lo que yo quería vivir. Que no podía seguir fingiendo que todo estaba bien para que los demás no sufrieran...
Decidí que no podía tener miedo a la tormenta, porque como todas las tormentas, un día pasaría y saldría el sol...
Me convencí de que la vida solo es una y que mi vida no la va a vivir nadie, sino yo.
Que al final nadie morirá por mi...
Entendí que mi hijo sería más feliz si yo soy feliz, y que seguir callando no sería lo mejor para él.
Que tenía que hacer algo por mi. Cuidar de mi. Quererme a mi...
Y rompí con todo.
Y los miedos se apoderaron de mi hasta dejarme sin respiración.
-Tranquila... No temas... Haz lo que creas mejor para ti... Un pasito más, mujer valiente... 
... Y si de verdad crees, lucha!
Abrí los ojos y salí del agujero rompiendo todo a mi paso... Y no me pasó nada!
Y sigo viva...
Y se que el amor existe...
A veces sólo es cuestión de mirar dentro de ti, de escucharte a ti, de atreverte a creer en lo que sientes...
De atreverte a creer en ti y perder el miedo. Porque al final lo único que te llevarás de aquí es lo que has vivido...
Y siempre puedes cambiar el final del cuento.

"... de blanco y negro a color me convertí..."

No hay comentarios: